Sobre los lugares y las personas que hacen las leyes - Senado para niñas, niños y adolescentes

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¿Qué es el Congreso de la Unión?
Como ya sabemos, el Poder Legislativo se divide en Cámara de Diputados y Cámara de Senadores. Cada una está conformada por numerosos representantes del pueblo y las entidades federativas que integran el país. Para cumplir con sus principales funciones, trabajan reunidos, es decir, formando una sola fuerza. A la fuerza política que forman las y los integrantes de las dos Cámaras se le conoce como Congreso de la Unión.

Como se trata de dos Cámaras, la de Diputados y la de Senadores, se dice que el Congreso es bicameral y para que lleve a cabo su función legislativa existen varios procedimientos para organizar el trabajo. Cada Cámara funciona en su propio recinto, es decir, cada una tiene su propio edificio en donde se reúne cada una de las asambleas. Sin embargo, casi siempre, para hacer, modificar o anular una ley es necesario que esta sea aprobada, primero por una Cámara y luego por la otra, aunque existen algunos temas establecidos por la Constitución que solo son atendidos exclusivamente en alguna de las dos Cámaras.

El Congreso de la Unión puede actuar también como asamblea única, esto sucede cuando se reúnen las dos Cámaras en un mismo recinto y trabajan en conjunto. En realidad, son pocas las veces que las vemos juntas. De hecho, las y los diputados y las y los senadores solo se reúnen dos veces al año, el 1 de septiembre y el 1 de febrero, que son las fechas en que inician los dos periodos de sesiones de trabajo legislativo a los cuales también se le llaman periodos de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión.

Asimismo, las dos Cámaras se reúnen cada seis años para recibir al nuevo Presidente de la República cuando toma posesión de su cargo. Y si por cualquier motivo el Presidente tuviera que abandonar el puesto antes de lo previsto, las dos Cámaras tendrían que volver a reunirse para elegir a la persona que lo supliría.

La principal función del Congreso de la Unión es elaborar leyes (más adelante explicaremos paso por paso cómo lo hace). Estas leyes abarcan muchos y muy diversos temas. Así, un día, el Congreso puede legislar sobre el agua, al día siguiente acerca del Himno Nacional o la Bandera y otro día sobre la protección de las niñas, niños y adolescentes. En efecto, el Congreso de la Unión toma decisiones fundamentales relacionadas con estos temas y con otros también muy importantes. como el uso de la energía eléctrica, la energía nuclear, el petróleo y sus derivados; el comercio, los bancos, monedas y billetes; el cine, la cultura, los museos, bibliotecas y escuelas rurales; los monumentos arqueológicos, etcétera.
La lista es verdaderamente larga pues comprende todos los temas que tienen que ver con la organización política, económica, social y cultural de nuestro país. Incluso, el Congreso tiene la facultad de admitir nuevos estados en la Unión Federal; cambiar la residencia de los poderes federales; hacer una declaración de guerra por iniciativa del Presidente o nombrar un Presidente sustituto, en caso de que faltara el que se encontrara en funciones. Los asuntos relacionados con la presencia de extranjeros en México o de mexicanas y mexicanos en el extranjero son legislados también por el Congreso de la Unión.

Un ejemplo muy importante de las tareas legislativas que realiza el Congreso de la Unión tiene que ver con el dinero que gasta el gobierno para promover el bienestar de la sociedad. Todos sabemos que las acciones que emprende el gobierno implican un gasto. Para cubrirlo es necesario que las y los ciudadanos aportemos cierta cantidad de dinero, es lo que conocemos como impuestos, pero como no todas y todos los ciudadanos ganarnos lo mismo, las cantidades que aportamos son diferentes. Sin embargo, estas aportaciones (impuestos, derechos, aranceles) no son voluntarias, por lo que alguien tiene que poner las reglas. Ese alguien es el Congreso de la Unión. Tomando en cuenta lo que cada ciudadana y ciudadano gana y gasta, año con año el Congreso reglamenta cuánto debemos aportar cada uno, imponiéndonos la obligación de contribuir para el gasto público.

Las contribuciones o impuestos son cantidades de dinero que ingresan a la caja fuerte del gobierno. Por ese motivo, el documento que cada año establece el Congreso de la Unión para reglamentar el pago de impuestos se llama Ley de Ingresos a la Federación.

Son tantos los temas que existen para discutir y tantos los problemas por resolver para que funcione nuestro país, que sería imposible que todas y todos los diputados y senadores participaran en todo el proceso que para elaborar o modificar una ley. Por eso, tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores se dividen en equipos denominados Comisiones, para dar a cada uno de esos temas un espacio propio para la discusión. Más adelante veremos con detalle cómo funcionan estas Comisiones. Por ahora, solo detengámonos un momento para hablar sobre la Comisión Permanente, pues su labor es muy importante dentro del Congreso de la Unión.
¿Qué es la Comisión Permanente?
Antes de referirnos a la Comisión Permanente hay que mencionar que las y los diputados y senadores se reúnen para iniciar un año de trabajo, también llamado Año Legislativo, a partir del 1 de septiembre de cada año, con excepción del año en toma posesión el Presidente de la República, en cuyo caso será a partir del 1 de agosto.

Cada Año Legislativo comprende dos periodos de sesiones ordinarias. El Primer Periodo de Sesiones inicia con su apertura el 1 de septiembre y concluye el 15 de diciembre del mismo año. Después, durante un tiempo las y los legisladores efectúan labores cada uno por separado, consultando las necesidades del pueblo o investigando asuntos para desempeñarse lo mejor posible. El Segundo Periodo de Sesiones inicia el 1 de febrero del año siguiente y se prolonga hasta el 30 de abril del mismo año. Desde esa fecha hasta el 1 de septiembre, hay otra pausa.

Así pues, tenemos dos recesos importantes entre los periodos de sesiones. Durante esos meses, ¿crees que el país se queda sin Poder Legislativo? ¡No! ¡Eso sería tanto como quedarnos sin Presidente durante las vacaciones de verano! Lo que ocurre es que mientras la mayoría de las y los legisladores de ambas Cámaras dejan de reunirse, algunos de ellos lo siguen haciendo. Este grupo de legisladoras y legisladores que siguen concurriendo a desempeñar tareas parlamentarias en los recesos lo hacen a través de una Comisión denominada Permanente.

En la Comisión Permanente se reúnen 19 diputados y 18 senadores y realizan muchas funciones importantes, pero durante este periodo de receso no tienen autorización para crear ni modificar las leyes. Supongamos que durante uno de los recesos el Presidente de la República considera urgente poner a discusión cierta ley, entonces lo hace saber a la Comisión Permanente y esta puede convocar a todas las y los legisladores para que se reúnan en ese momento. Ya reunidas las dos Cámaras -es lo que se conoce como un Periodo de Sesiones Extraordinarias-, pueden discutir la propuesta del Presidente. Las sesiones extraordinarias también pueden ser convocadas, si la Comisión Permanente lo vota favorablemente, a petición de cada una de las Cámaras por separado.

Pero mientras no sea urgente reunir a todas y a todos, la Comisión Permanente puede recibir las propuestas de ley que alguien elabore y esperar un periodo normal de sesiones para discutirlas.

De las funciones que regularmente cumple el Congreso de la Unión (o cada Cámara por separado), algunas también las puede efectuar la Comisión Permanente. Por ejemplo, la Comisión Permanente puede autorizar al Presidente usar al Ejército; también aprueba los nombramientos de ministros de la Suprema Corte, diplomáticos, empleados superiores de Hacienda; así como de coroneles y demás jefes superiores del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

Ahora, veamos con más detenimiento cómo trabajan cada una de las Cámaras que conforman el Congreso de la Unión.
¿Cómo funciona la Cámara de Diputados?
Todos los representantes del pueblo (sean diputados o diputadas, senadores o senadoras, presidente o presidenta de la República o gobernadoras o gobernadores) son electos por votación popular directa. En el caso de las y de los diputados federales, las votaciones se realizan simultáneamente cada tres años en toda la República. Pueden ser electos hasta por cuatro ocasiones consecutivas.

El número total de integrantes en la Cámara de Diputados es de quinientos.

De ellos, trescientos son elegidos de la forma siguiente:

  • Primero paso, el Instituto Nacional Electoral (INE), el cual es el encargado de organizar la votación, divide al país en trescientas partes: estas partes pueden ser más grandes o ricas o más bonitas unas que otras. Es decir, pueden ser diferentes en todos sus aspectos: lo único importante es que todas tengan el mismo número de habitantes. Cada una de estas trescientas partes en que se divide el país recibe el nombre de Distrito Electoral.

  • El segundo paso es igual de sencillo: cada partido político asigna un candidato para cada Distrito Electoral. Como hay varios partidos políticos, en cada Distrito habrá varios candidatos

  • Tercer paso: una vez efectuada la votación, el candidato que haya recibido mayor cantidad de votos irá a la Cámara de Diputados como representante del Distrito en el que ganó, a estos se les conoce como diputados de mayoría relativa.
   

Eso es todo por lo que respecta a la elección de los primeros trescientos diputados, ¿y los otros doscientos que faltan para sumar el total de quinientos?

Estos se eligen de la siguiente manera: primero, el organismo encargado de organizar la votación (INE) divide el país en cinco grandes regiones, todas con el mismo número de habitantes; después, cada partido político le entrega a ese organismo cinco listas de candidatos, una por cada región. Finalmente, el pueblo vota y se cuenta el número de votos que obtuvo cada partido político.

Ahora bien, imaginemos que hay un partido que se llama AAA. Si en una región el partido AAA gana 2% de los votos (es decir, dos votos de cada cien), tiene derecho a que algunos de los candidatos de su lista sean nombrados diputados o diputadas ¡Claro, mientras más votos gane el partido AAA más candidatos de su lista irán a la Cámara!
A este último tipo de elección se le llama plurinominal, que es una palabra que proviene del latín y que quiere decir "muchos nombres". Así, al hablar de elección plurinominal nos referimos a los muchos nombres que integran la lista de candidatos. En este tipo de elección, el ciudadano no vota por una persona en específico, sino que, al darle su voto a cierto partido, a través del voto que emite por el candidato que lo convence, favorece que ese partido junte más posibilidades para que entren a la Cámara más diputadas o diputados registrados en la lista. En cambio, el tipo de votación de la que hablamos primero (o sea, la que se lleva a cabo en los trescientos Distritos Electorales) se llama uninominal, que significa "un solo nombre". En ese tipo de votación, la y el ciudadano votan a favor de una persona específica.

Una vez electos, las y los diputados se reúnen en la Cámara a discutir. Para empezar, es necesario reunir el quorum constitucional, es decir, que estén presentes más de la mitad de los miembros (por lo menos 251). Después de un tiempo de discusión (el tiempo puede ser de horas, días o meses), procurarán llegar a algún acuerdo. Supongamos que trata de resolverse un problema y durante la discusión se han propuesto algunas soluciones. Si las soluciones son dos, ganará aquella por la que voten más de la mitad de las y los diputados. Si las soluciones son tres o más, se elegirá simplemente la que obtenga más votos, aunque sumen menos de la mitad. Cuando una solución gana por más de la mitad de los votos se dice que obtuvo mayoría absoluta; cuando gana sin rebasar la mitad de los votos se dice que obtuvo mayoría relativa.

Hemos dicho que la Cámara de Diputados cumple sus principales funciones en colaboración con la Cámara de Senadores. Sin embargo, falta hablar de aquellas actividades que realiza ella sola, las cuales son muy importantes:

a)   Cuando una persona ha sido electa presidente o presidenta de la República, no cualquier organismo puede decir de quién se trata y declararlo ante la nación. Solo la Cámara de Diputados está autorizada para firmar el documento que contiene el nombre de quien ha sido elegido titular del Ejecutivo Federal, es decir, para expedir el 'Bando Solemne".

b)   Para que la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) sea aprobada, deben estar de acuerdo con ella ambas Cámaras, esta Ley contiene los conceptos bajo los cuales se captarán los recursos financieros para cubrir los gastos que hará el gobierno durante un año completo. Sin embargo, existe otro documento normativo llamado Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), cuya aprobación corresponde únicamente a la Cámara de Diputados. En el PEF se determina cada año la cantidad de dinero que el gobierno podrá gastar y en qué actividades deberá usarlo.

c)    Dentro de los diez primeros días de junio, el Poder Ejecutivo (es decir, el Presidente de la República y su equipo) debe rendir cuentas a la Cámara de Diputados para demostrar que respetó lo establecido en el PEF. Este informe que presenta el Poder Ejecutivo recibe el nombre de Cuenta Pública, y su revisión y aprobación compete solo a las y a los diputados.
¿Quiénes pueden ser diputadas o diputados?
Casi todos podemos serlo, por lo menos, casi no hay nada en la ley que nos lo impida. Existen ciertos requisitos, pero como veremos, no son nada complicados.

Pueden ser diputadas y diputados las mujeres y hombres mexicanos. También hay que haber nacido en el estado de la República donde se ubica el Distrito por el que se compite (lo cual también es comprensible). Sin embargo, si el candidato no es originario de dicho estado basta con que haya vivido allí, por lo menos seis meses antes de la votación y debe acreditarlo con documento público (constancia de residencia).

No pueden ser diputados o diputados los militares que se encuentren prestando servicio ni los policías que tengan mando, a menos que renuncien a su cargo cuando menos noventa días antes de la elección. Lo mismo ocurre con las y los secretarios o subsecretarios de Estado y magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes deben separarse de sus funciones noventa días antes de los comicios.

Quien gobierne un estado de la República solo podrá ser diputada o diputado por ese estado hasta que terminen sus seis años de gobierno. En cambio, las y los secretarios que forman parte de su gabinete, podrán serlo si renuncian tres meses antes. No pueden aspirar a este cargo público los sacerdotes, cualquiera que sea su religión. Y, por último ¿tú como niña o niño, puedes ser diputada o diputado? No, pero cuando cumplas veintiún años puedes llegar a serio.
¿Como funciona la Cámara de Senadores?
La Cámara de Senadores está integrada por representantes de las entidades federativas y de la Ciudad de México. En total la componen 128 integrantes. Cada senadora o senador dura seis años en su puesto y podrán ser electos por dos ocasiones consecutivas.

Para elegir a las y los primeros 96 senadores, las votaciones se llevan a cabo por estados. El procedimiento es un poco más complicado que en el caso de Cámara de Diputados. Expliquémoslo así: cada partido político presenta dos candidatas y/o candidatos para cada estado de la República. Se lleva a cabo la votación y el partido que obtenga más votos tiene derecho a enviar a la Cámara de Senadores a sus ganadores. Así, al terminar este primer conteo ya hay dos senadoras o senadores por cada estado de la República.

Pero en este caso no solo ganan los que obtienen más votos. El partido que queda en segundo lugar tiene derecho a enviar a la Cámara de Senadores a uno de los dos miembros de su equipo (será el primero de los dos anotados en la boleta electoral. De esta forma, el total de senadoras y senadores por cada estado será de tres. Tres senadoras o senadores por cada uno de los 31 estados de la República y tres por la Ciudad de México suman noventa y seis integrantes. Conclusión: 64 senadoras y senadores se eligen por mayoría y 32 por el principio de primera minoría.

Faltan 32 para completar los 128 que son el total. Esos 32 se eligen por lo que hemos llamado votación plurinominal. En este caso, el territorio nacional no se divide en cinco grandes regiones, como en el caso de las votaciones para diputadas y diputados. Los partidos presentan una sola lista de candidatas y candidatos para todo el país. Y volvemos a lo dicho: para ganar no es necesario que el partido político obtenga la mayoría de los votos, basta con que dos de cada cien personas voten por ese partido para que algunas de las personas de su lista se conviertan inmediatamente en senadoras o senadores. Mientras más gente vote por ese partido político, más miembros de la lista accederán a la Cámara de Senadores.

Una vez electos, las y los senadores se reúnen en la Cámara a discutir. También en este caso es necesario que haya quorum, es decir, una cantidad mínima de senadores: como ya dijimos, la mitad más uno, es decir, 65 integrantes.
Una vez reunido el número mínimo de senadoras y senadores, inicia la discusión. Supongamos que la discusión gira alrededor de un problema y que las y los senadores ya han ido proponiendo algunas soluciones. Llegado el momento de tomar acuerdos, las soluciones son sometidas a votación. Si las soluciones son dos, ganará aquella por la que voten más de la mitad de las y los senadores. Si las soluciones son tres o más, se elegirá simplemente la que obtenga más votos, aunque sumen menos de la mitad. Cuando una solución gana por más de la mitad de los votos se dice que obtuvo mayoría absoluta; cuando gana sin rebasar la mitad de los votos se dice que obtuvo mayoría relativa.
  
La función principal de la Cámara de Senadores consiste en crear y modificar las leyes en coordinación con la Cámara de Diputados (más adelante veremos paso a paso cómo se realiza esta tarea). Dentro de las actividades de las y los senadores se ubican también aquellas que mencionamos al hablar del Congreso de la Unión. Sin embargo, hay algunas funciones que son exclusivas de la Cámara de Senadores, las cuales describiremos a continuación:

  
a)   Todos los Tratados y Acuerdos Internacionales que celebre el Presidente de la República con otros países deben ser aprobados por la Cámara de Senadores.
 
b)   Es cierto que el Presidente de la República propone a las y los ministros de la Suprema Corte; a los coroneles y a los demás jefes superiores del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea; así como también puede designar embajadores y cónsules del Gobierno mexicano en otros países y nombrar a las y los empleados superiores de Hacienda (estos últimos son responsables de reunir el dinero de los impuestos y de asignarlo para su debido gasto). Sin embargo, para que todos estos nombramientos tengan validez deben ser aprobados por la Cámara de Senadores y si esta decide, por ejemplo, que tal persona no debe ser embajadora o embajador (o sea, representante) de México en cierto país del mundo, el Presidente deberá proponer a otra persona para ese cargo.
 
c)    Así también, el Presidente puede ordenar a las tropas de nuestro ejército que salgan del país y se internen en determinada región del mundo. También está facultado para permitir que las tropas de otro país transiten por nuestro territorio. No obstante, antes de que esas órdenes se ejecuten deben ser aprobadas por el Senado.

d)   Los sucesos políticos son a veces sorpresivos. Por eso es necesario que el gobierno y las leyes estén prevenidos para afrontarlos. Por ejemplo, en situaciones excepcionales puede suceder que el gobierno de un estado de la República se disuelva totalmente y que ninguna de las autoridades existentes quiera o pueda gobernar. En ese caso, la Cámara de Senadores nombrará a un gobernador provisional que se encargará de organizar nuevas elecciones para reconstruir el gobierno.
¿Quiénes pueden ser senadoras o senadores?
Casi cualquiera, hombre o mujer, puede ser senadora o senador de la República. Ciertamente, existen algunos requisitos, pero como el caso de las y los diputados, tampoco resultan complicados. En realidad, los requisitos son los mismos para integrar ambas Cámaras y la única diferencia es la edad, que en el caso de las y los senadores aumenta a veinticinco años.

Para ser senadora o senador se necesita ser mexicano y haber nacido en el estado de la República por el cual se compite. Si la o el candidato no es originario de dicho estado basta con que haya vivido allí por lo menos seis meses antes de la votación, acreditando fehacientemente su residencia en la entidad.

No pueden ser senadoras ni senadores los militares que se encuentren prestando servicio ni los policías que tengan mando, a menos que renuncien a su cargo, cuando menos noventa días antes de que se celebre la elección. Lo mismo ocurre con las y los secretarios o subsecretarios de Estado y magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes deben separarse de sus funciones noventa días antes de la elección.

La o el gobernador de un estado de la República solo podrá ser senadora o senador por ese estado hasta que terminen sus seis años de gobierno. En cambio, los secretarios que forman parte de su gabinete podrán serlo si renuncian tres meses antes.

No pueden ser senadores los sacerdotes, cualquiera que sea su religión.
¿Qué es el fuero constitucional?
Es muy común que escuchemos decir que las y los diputados y senadores gozan de "fuero constitucional"

  
¿Qué quiere decir esto?

  
Ya sabemos que las y los diputados y senadores son representantes de la nación y de los estados federados, respectivamente. Por eso, durante el tiempo que dura su mandato en sus respectivas Cámaras, dichos legisladores deben dejar de lado sus intereses personales y dedicarse exclusivamente a los asuntos que tienen que ver con el bienestar del pueblo. A cambio de este esfuerzo, el pueblo les brinda protección ¿De qué manera? Mientras se encuentran trabajando -dentro o fuera de la Cámara- los legisladores gozan de inmunidad, lo que quiere decir que ninguno de las y los diputados o senadores pueden ser detenidos por la policía, aunque cometa una falta o incluso un delito o un crimen, sin antes ser sometido a juicio. Así, el Congreso de la Unión debe declarar que procede retirarle el fuero constitucional para que pueda ser investigado y, en su caso, someterlo a juicio por autoridad competente. Entonces, cualquier legisladora o legislador pierde el derecho a la inmunidad en el momento en que concluye su trabajo en las Cámaras.

 
Otra de las protecciones que tienen las y los legisladores es el derecho a hablar con absoluta libertad. Nadie puede prohibirles expresar su opinión, aunque esta resulte extraña, extravagante o como queramos llamarla. Las y los diputados y senadores pueden criticar al Presidente, a los jueces, a sus mismos compañeros de Cámara o a cualquier ciudadana o ciudadano que ellos consideren que actúa en contra de los intereses nacionales. Incluso, algunas afirmaciones -que dichas por otra persona resultarían un delito-, la o el legislador puede expresarlas sin preocupación. Esta protección a las y los legisladores, se llama "inmunidad parlamentaria" y es un derecho que tienen durante el ejercicio de su cargo.
¿Qué son los Congresos estatales?
Una característica esencial de la Federación es que cada estado de la República tiene sus propios Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El Poder Legislativo de los estados está formado por una sola Cámara, la de Diputados. Al igual que las y los diputados del Congreso de la Unión, las y los diputados de los Congresos estatales son representantes del pueblo elegidos mediante votación directa, libre y universal, quienes duran en el encargo tres años, con posibilidad de ser electos hasta por cuatro ocasiones consecutivas. También gozan del derecho de inmunidad y no pueden aceptar otro empleo mientras ocupan el cargo.

Un Congreso estatal tiene autoridad en diversos aspectos: educativos, legales, presupuestales, municipales, etcétera. Entre sus funciones económicas está, por ejemplo, la de aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos; también, la de examinar las Cuentas Públicas entregadas por el Ejecutivo estatal y la de los gobiernos municipales, es decir, por el Gobernador. Como parte de sus funciones de tipo judicial, el Congreso estatal puede intervenir en caso de que algún gobernante o servidor público del estado cometa algún delito; también puede resolver los problemas que surjan entre el gobernador y los tribunales de la nación.

Así, es extensa la lista de las funciones que cumple un Congreso estatal: puede crear un nuevo municipio al interior del estado; designar a una o a un gobernador sustituto, si el gobernador titular faltara; cambiar provisionalmente la residencia de alguno de los tres poderes del estado; etcétera.

Sin embargo, entre todas las actividades que efectúa el Congreso estatal destaca una especialmente importante. Tanto lo es que, para llevarla a cabo, deben colaborar todos los Congresos estatales junto con el Congreso de la Unión. Se trata de las modificaciones a diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
¿Y la Ciudad de México?
La Ciudad de México, por ser la Capital de la República, tiene características distintas al resto de los estados. Sin embargo, lo mismo que cualquiera de estos, tiene problemas muy particulares, es decir, cosas que nada más ocurren en su funcionamiento interno. Para resolver estos problemas, la Ciudad de México necesita contar con leyes propias. A partir de 1996 quedó establecido que también la Capital del país contaría con diputadas y diputados para discutir los problemas internos y tomar decisiones para solucionarlos. Desde entonces, en la Ciudad de México las y los ciudadanos votan para elegir a los integrantes de una Cámara propia, formada por diputadas y diputados que duran tres años en el cargo. Además, con la reforma política de la Ciudad de México, aprobada en noviembre de 2016, pueden ser electos hasta por cuatro veces consecutivas y se considera ya un Congreso local, por lo que también participa en la aprobación de reformas constitucionales y accede a fondos federales reservados para los estados y municipios, entre otras medidas derivadas de esta trascendental reforma.

 
Para discutir los asuntos correspondientes a la Ciudad de México, las y los diputados del Congreso de la Ciudad de México se dividen la labor -de la misma manera que lo hace el Poder Legislativo Federal y los congresos estatales- en grupos conocidos como Comisiones. Existen Comisiones para tratar una gran cantidad de temas como la Comisión de Salud, de Cultura Física y Recreación, de Fomento Económico, de Preservación del Medio Ambiente, de Presupuesto y Cuenta Pública, entre otras. Como se puede observar, los temas que deben tratar son muy variados e interesantes y tienen que ver con todos los asuntos de la vida de quienes habitan la Capital de la República.

 
Sabemos ya que el Congreso de la Unión está conformado por las Cámaras de Diputados y de Senadores y que en él se deposita el Poder Legislativo de la Federación. Asimismo, que cada estado de la República mexicana y la Ciudad de México tienen su propio Poder Legislativo depositado en sus respectivas Cámaras de Diputados locales. En todos estos lugares se diseñan y elaboran nuestras leyes. Ahora, veremos paso a paso cómo se hace una ley.
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